Absorta en la distancia y en el tiempo,
meditando las cosas que se fueron.
Como un pájaro al que llamas y responde
me atraen con fuerza los recuerdos.
De nuevo evoco aquellos días,
escucho risas y mi gran contento.
Volví a susurrar: ¡Padre querido!
He vuelto a repetir: ¡Te quise tanto!
¿Y las rosas que tus manos me obsequiaron?
He vuelto a recordar aquel aroma
y en un letargo de mis ensoñaciones
de nuevo llegué a acariciar aquellos pétalos.
Me azora el resplandor del tiempo,
y en el viento un clamor lejano:
No se regresa nunca de la edad primera,
seguimos siendo niños hasta la muerte.
Leve, un susurro insinúa:
Junto al recuerdo, el tiempo permanece.
¡Sueña, vivirás de nuevo!
¡Sigue, persigue tu anhelo!
Al extender mis manos una niebla
me aturde, aleja despierta mi somnolencia.
¡No tengo mis rosas!
¿Dónde, padre? (irreales sueños)
Un sendero de rosas ya marchitas
deshace mi ilusión
sin comprender que lo que pasa es cierto.
No regresa el ayer, solo son deseos.
ISI RUIZ.
ISI RUIZ.
Buenos dias doña isi puedo oler el perfume de tus rosas, me gusta esta poesia, yo tambiem soy poeta aca en venezuela, me gustaria quedar con usted para escribir juntos como dos almas en vilo mirando la noche estrellada, un beso y abrazo de tu admirador Osval para los amigos, ya contactaremos y compartiremos poesia adios doña isi
ResponderEliminarQué ilusión saber que el perfume de mis rosas llegó hasta Venezuela.
ResponderEliminarGracias