Bienvenidos a mi blog de poesía.
Aquí podréis encontrar algunos de mis poemas.
Espero vuestros comentarios.

ISI RUIZ

martes, 31 de diciembre de 2013

Cielo gris

                                                                               



Hay días en que te aturde el gris del cielo

  y con ansia deseas ser sirena,

alondra, ruiseñor o amapola,

pero todo te recuerda que eres barro,

que puedes caducar cuando no esperes,

sintiendo sobre ti las negras nubes,

el lento caminar de las mimosas,

el nítido presagio de la luna.

Y no es el tiempo el que transcurre,

eres tú, cual flor abierta que apenas dura.

Entonces deseas ser trueno en la tormenta,


echar tu vida entre las redes


de todos los océanos del mundo,


y caminar sin un destino fijo.


Hay días en que tu voz se hace pequeña


y no la reconoces como tuya.


Instantes en que uno quiere a toda costa


dejar de ser humano,


convertirse en arena, manantial o roca


y dejar de ser persona


teniendo por destino las estrellas.




ISI RUIZ


 .








sábado, 28 de diciembre de 2013

FUGAZ CALENDARIO.


 FUGAZ CALENDARIO 

 Me niego a arrancar las hojas

a ese fugaz calendario.

 Mis años va sustrayendo,

sin poderlo remediar.

Una hoja, otro día,

cuatro semanas, un mes…

Al llegar de nuevo enero,

otro año me restó.

Ya mi vida se resiente

de esta insistencia constante

de mirar todos los días

simples hojas  de papel.

Esta incesante porfía,

este obstinado deseo,

esta atracción tan intensa

 posar mis ojos en él.

Me observa constantemente,

indiferente, callado,

me obliga insistente

a recordar los instantes,

los días que ya no están.

¿Por qué controla mi vida?

¿Quién  obliga a vigilarme

a esos números impresos?

¿Quién ordena espiarme

a esas hojas de papel?

Los días que ya marcharon...

los recuerdo, los añoro...

Recapacito y me digo:

  olvídate del pasado,

el tiempo no se detiene,

los días no giran atrás,

volaron indiferentes

ajenos a mi sufrir,

 con sus números impresos

tras las hojas de papel.

ISI RUIZ. 

martes, 10 de diciembre de 2013

Todo rosa



¿Será Dios el que lo hace?

Que todo lo veo rosa,

me da luz en días negros,

en las dificultades me inunda fortaleza.

En desencantos me llena de esperanza.

si me acomete la melancolía,

recapacito y me aconsejo:

¡Tú tienes algo grande!

Es la alegría por las pequeñas cosas.

¡¡Si está lluvioso!! ¡¡ Qué aroma da la tierra!!,

y el lienzo de colores que trae el arco iris,

su inmenso resplandor,

con su luz me transforma.

No es sacrificio levantarme temprano,

si tengo en recompensa  la visión del rocío,

cortejando a la rosa.

La magnolia arrogante, deslumbrada me deja,

al ser coronada por un rayo de  aurora.

No hay momentos más bellos,

si abstraída contemplo,

a la pequeña hormiga,

trabajar sin desgana

llenando su granero.

Oír el trino bello,

del canto de la alondra.

cruzando los espacios,

casi nacida el alba.

En la fresca mañana,

detectar a la abeja,

como liba las flores,

saciándose de ellas.

Y sentir sin palabras,

en las tardes de otoño

una lluvia finísima,

acariciar mi rostro.

Y en ese mismo instante,

 la humilde amapola

se apodera del aire de mi aliento.

Motivos sí que tengo,

de verlo todo rosa.

ISI RUIZ

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Fiel amigo



Mi leal y fiel amigo,

en la adversidad me amparas,

eres madre protectora,

con tu manto me custodias,

me defiendes sin desgana.

Tú siempre al acecho estás,

ni te inmutan aguaceros,

ni te importan las borrascas,

del potente sol de estío,

de él, también me resguardas.

Al desplegarte a lo alto

te elevas como un halcón,

me cobijas con tus alas.

Siempre contemplando el cielo,

si descubres chaparrón,

te abres como crisálida,

protegiendo mis cabellos,

y preservando mi cara.

En esas tardes lluviosas,

de tormentas insistentes,

me defiendes del chubasco.

Eres mi paraguas azul,

el más leal compañero.

Los dos caminamos juntos,

             oyendo el repiqueteo               ,

de la lluvia persistente,

que nos llega desde el cielo.

domingo, 17 de noviembre de 2013

El viento



Qué inocentes las caricias

que el viento me regalaba.

Pasaba silencioso, tímido,

por si acaso molestaba.

Me acariciaba sin manos.

Sin labios a mí me besaba,

susurrándome al oído

 melodías que gustaban .

Era una brisa sublime

la que me iba regalando.

Sus halagos eran candor

para no hacerme daño.

Yo lo escuchaba sin verlo,

sin voz él me arrullaba.

Enredaba mis cabellos,

le respondí mimosa:

Deja en paz a mi alma,

¿acaso nunca descansas?


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sábado, 9 de noviembre de 2013

Bajo un ciprés




Me sobrecogió el silencio,

visitando el campo santo.

Escuché solo el sonido

del gélido viento acechando.

    Las bellas flores las ves

como encogidas, temblando,

sin perfume, están ausentes,

desmayadas sobre el mármol.

Ni los pájaros me brindan

ningún trino, ningún canto.

Están como aletargados,

esperando una sonrisa

de los que allí llegamos.

Los cipreses son guardianes,

sombríos centinelas,

impasibles vigilantes,

de un lugar llamado nada.

Son ellas, las amapolas,

las únicas que respiran.

Nacen dando su color

tras las tumbas escondidas.

Esta soledad inmortal,

mezcla de rumor y olvido,

se ha incrustado en mi alma

señalando mi destino.

Lechos fríos y callados,

llenos de cruces de mármol,

 observados por los siglos,

en silencio están gritando

aunque se encuentren callados.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Las miradas


Hay miradas que no miran

pues indiferentes pasan.

Pasan y cruzan ojos bellos

que aprisionan el alma.

Almas con  mirada azul

son como lagos en calma.

Calma para los cuchillos

que  en él corazón  se clavan.

Clavan miradas que atraen

como imanes sin templanza.

Templanza en miradas verdes

que jamás has de olvidar.

Olvidar traidores ojos

que acusan sin tener causa.

Causas son de incendio y fuego

esas miradas que abrasan.

Abrasan cual veloz rayo

y hacen palpitar el alma.

Alma dura has de tener

al soportar las miradas.

Miradas de estalactitas

estas hieren como espadas.

Espadas que son las púas

nacidas de  rosas blancas.

Blancas y puras son las miradas

que  paz  te ofrecen  sin pedir nada.

Nada te dicen,  nada te hablan

las que sostienen diálogos

sin decir una palabra.

Palabras quiero encontrar

para  definir miradas,

esas profundas y bellas

que se pierden en la sombras

y no consigues  olvidar.

ISI RUIZ.


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lunes, 7 de octubre de 2013

Majestuosos girasoles


                                                              


Majestuosos girasoles,

que sin llegar a ser rosas,

sois bellos como las flores

por la vestidura hermosa.

Sois humildes de linaje,

   y os vestís de amarillo.

  Con la inmensa luz del estío

os confunden con soles.

Su rayos os da tal vigor,

y les sois tan fieles

que hacia él siempre os giráis

y le seguís por doquier.

Cuando se encuentra en la cima

de plenitud y amarillo,

se siente agradecido,

os convierte en oro fino.

Reverencia digna y bella,

y tanto amor os profesa,

que el astro rey consintió 

en donaros su apellido

al llamaros “gira-soles”

Giráis al sol y a los vientos,

os codeáis con la brisa,

con tal cadencia os movéis,

tal linaje conserváis

que mas  que flores ya sois, 

el mar de nuestra Castilla...

ISI RUIZ.


domingo, 6 de octubre de 2013

Busco mis rosas







        Llueve con cadencia. 


A  lo lejos diviso el horizonte.

La tarde se disuelve,

se extingue lentamente.

Desesperada busco mis rosas,

el fragor que juntas disfrutamos.

Las brisas de  ardiente primavera,

me oprime tanto el ansia,

 cautelosa voy buscando,

jirones de sus pétalos,

transida, recuerdo,

sus esencias.

¿Qué hacer sin mis lirios

y mis rosas?

En vano miro las hojas

ya marchitas.

Un vientecillo  intenso

que traspasa, me susurra:

“No busques mas las flores,

las rosas se secaron “

Me las lleve sin vida

a unos largos confines

donde no sufre el día,

cobijadas del invierno

por aladas mariposas.

ISI RUIZ



miércoles, 25 de septiembre de 2013

Sombra, yo te descubri

 




Sombra, yo te descubrí

en una tarde de estío.

Sombra, tú siempre acechando

todos  los  instantes míos.

Sombra sin cara, sin nombre

que acompañas mi  destino.

Sombra, si al sol yo venero;

sombra, si a la luna miro.

Palpitando tras de mí,

tú siempre serás mi escudo,

Te ocultas, desapareces, fluyes

en los momentos más íntimos.

Sombra sumisa y callada,

cuando al pisar el asfalto,

el sol proyecta su luz,

firme e inflexible te hallo.

Te desplazas como en ondas,

tan próxima y  tan cercana...

Te acepto ¡tú eres mía!

sigue siendo mi guardiana.

Caminamos  siempre unidas

 en las tardes soleadas.

En las noches, si la luna

derrama su luz de plata.

Sutil como un soplo eres,

igual a un suave perfume,

Asirte a veces quisiera,

y tú, de mi  abrazo huyes.