Adormecida, absorta,
ensimismada,
veo pasar la tarde lentamente.
La lluvia llora en los cristales,
mi alma rebosa de nostalgia.
Recuerdos de otros días,
de otros lares.
Mi ser flotaba como magia,
moraba con la aurora en la mañana.
Mi mente no sabía de añoranzas,
vivía entre rosas encantadas,
en jardín de nardos acunada.
Cae el agua con cadencia,
y un rumor de lejanías
marca huellas en mi alma.
¡Lejanos años de infancia,
sublimes y añorados!
¿Qué viento tan fugaz
os alejó de mí?
ISI RUIZ.
ISI RUIZ.
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