Es un misterioso imán,
una intensa fuerza extraña.
una intensa fuerza extraña.
Algo me lleva hacia ellas,
me cautivan, y aprisionan,
constantemente me llaman.
¿Por qué me atraen esas calles?
Eran cuatro las esquinas
a las que daba mi casa,
su recuerdo me cautiva.
Es como si en ellas morase.
Aquel bullir cotidiano,
con tantos niños jugando,
sus cantos y alegrías,
daban la vida a aquel barrio.
¡Qué nostalgia de mi calle!
Testigo fui del paso de los años,
sombrías están las calles de mi barrio.
De nuevo al contemplarlas
evoco aquellas tardes
cuando asomada al balcón
escuchaba las campanas,
y en su tañir ya sabía
el evento que anunciaban.
Observé que su sonido
hechizaba toda el alma.
Plañían si era difunto,
alegres si boda entraba,
a gloria si era bautizo,
a rebato si eran llamas...
Sonaban llegada el alba
despertándome a oración.
Aunque los años pasaron
del sonido de aquel bronce
plegarias escucho yo.
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