Todo se aleja, nada queda
cuando cruza yacente el día.
Se escuchan los ecos,
las horas que ya no son,
que solo fueron soledad.
Las ilusiones han quebrado su vuelo,
murmullos y silencios,
jirones de infinita tristeza,
entre los oros grises de la tarde…
¡Imposible detenerlos!
Tú misma los empujas al vacío,
antes de que rompan tus quimeras.
Impasibles, indiferentes,
callados se evaden,
más rápido que un sueño
se pierden en el horizonte.
Serán pronto cenizas
los días que viví.
ISI RUIZ
Primer premio de poesía en Argamasilla De Calatrava.
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