Viene a mi reja
un jilguerillo cada tarde.
llega con su trinar
sonoro y bello,
sonoro y bello,
su melodía acariciante
enciende mi nostalgia de otros días,
enciende mi nostalgia de otros días,
me hace recordar…
En el balcón de mi infancia,
en jaula y triste preso,
un colorín expandía al viento
su inmensa tristeza.
Con su clamor de pena
atraía otras avecillas,
Implorando:
“sacadme de este encierro,
que muero
por ser libre en la vida”.
Fue tan profundo
el sentimiento mío,
con mi mano
ingenua de chiquilla
di la ansiada libertad
que él buscaba.
Agradecido, el pajarillo
cada tarde a mi balcón volvía,
ya con trinos alegres
a deleitarme.
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