Hay
días en que te aturde el gris del cielo
y con ansia deseas ser sirena,
alondra,
ruiseñor o amapola,
pero
todo te recuerda que eres barro,
que
puedes caducar cuando no esperes,
sintiendo
sobre ti las negras nubes,
el
lento caminar de las mimosas,
el
nítido presagio de la luna.
Y
no es el tiempo el que transcurre,
eres
tú, cual flor abierta que apenas dura.
Entonces deseas ser trueno en la tormenta,
echar tu vida entre las redes
de todos los océanos del mundo,
y caminar sin un destino fijo.
Hay días en que tu voz se hace pequeña
y no la reconoces como tuya.
Instantes en que uno quiere a toda costa
dejar de ser humano,
convertirse en arena, manantial o roca
y dejar de ser persona
teniendo por destino las estrellas.
ISI RUIZ
.
Entonces deseas ser trueno en la tormenta,
echar tu vida entre las redes
de todos los océanos del mundo,
y caminar sin un destino fijo.
Hay días en que tu voz se hace pequeña
y no la reconoces como tuya.
Instantes en que uno quiere a toda costa
dejar de ser humano,
convertirse en arena, manantial o roca
y dejar de ser persona
teniendo por destino las estrellas.
ISI RUIZ
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