Disfruto me alegro tanto,
con las más pequeñas cosas.
Las palpo , y saboreo,
me hacen vibrar, casi tiemblo.
Ese susurrar del viento
en los inviernos tan fríos,
su llamar con insistencia
golpeando en la ventana.
El esplendor de la aurora,
las mañanas trasparentes
que siguen a noches de estío.
El temblor de la amapola
cuando la brisa la agita
entre el arrullo del trigo.
Coger lirios y azucenas
empapados de rocío.
El aroma de una rosa
con destellos amarillos.
El silencio de la nieve
con su pureza de armiño.
Historias que hablan de amores
que ocurrieron hace siglos.
Las caricias de sus manos
después de cincuenta años,
su silencio ó inquietud
(su tristeza me hace daño)
Escuchar a un pajarillo,
y la risa de los niños.
No siento nada más grato
que contemplar un nido
viendo a las golondrinas
que llevan agua en su pico
dando con tanto amor
el alimento a sus hijos.
Estas y otras cosas más
son las que le dan deleite
a mi alma inmortal.
Sutilezas, pequeñeces
por otros inadvertidas
me dan felicidad
y me alegran la vida.
ISI RUIZ.
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