Qué decepción viajar hasta la luna,
traspasar abismos siderales,
comprobar si en su hábitat hay rosas,
violetas, jazmines, o azahares
y solo hallar desérticos espacios,
rocas , cráteres, más rocas.
No encontré la más bella flor,
la dulce rosa de mis sueños,
ella, la compañera de mi adolescencia.
La que siempre desee hacer eterna,
como eterna es la luna misteriosa,
sublimar sus pétalos de fuego,
coronar “diosa “entre las bellas,
reina de un jardín lunar
por su aroma de miel,
por la esencia de sus tersos pétalos.
La luna silenciosa complacida
rociaría unas gotas de luz blanca
sobre la mística rosa que alegrara su vida.
Nada crece en este agónico paraje
con vientos gélidos glaciales,
sin árboles, flores ni jilgueros.
¿De qué sirvieron mis inhóspitas pisadas
si no hallé aromas de romero,
ni pisé tomillo ni mejorana,
ni campanas que anuncien primavera?
ISI RUIZ GALLEGO -LARGO
ISI RUIZ GALLEGO -LARGO